Para nosotros, que vivimos en el mundo occidental desarrollado, encender una luz es algo tan sencillo como pulsar un botón. : Sin embargo, en otros lugares del mundo, esta acción tan cotidiana es más compleja. Requiere, en muchos casos, cerillas… y keroseno. 

 El uso de este tipo de lámparas es una forma cara, ineficiente y contaminante de producir luz, pero es la única de la que se dispone en algunas zonas del planeta. Una de cada siete personas no tiene acceso a la electricidad y no tienen más remedio que usar combustibles fósiles. Light Humanity intenta ser el reemplazo de esas lámparas que queman hidrocarburos y que se ven obligados a utilizar los habitantes de zonas del bosque amazónico, Mozambique, Filipinas o Etiopía. Como buen ingeniero, la afición de Eugenio Calderón por crear soluciones a los problemas tecnológicos comenzó jugando en su propia casa.